Las «Smart Keys» o también conocidas como llaves inteligentes, son la evolución de la llave con mando.

La principal diferencia con respecto a una llave con mando convencional, se encuentra en que el «espadín mecánico»  pasa a un segundo plano, dando prioridad a la seguridad electrónica.

En los mandos tradicionales para poner el contacto es necesario introducir la llave, con su codificación mecánica adecuada, (espadín)  y conseguir girar el bombín para poder arrancar el vehículo.

Las Smart Keys utilizan tranpondedores con cifrado, de mayor seguridad, que son reconocidos por el vehículo al insertar en el alojamiento de contacto, desbloqueando electrónicamente la dirección y permitiendonos el arranque, mediante un botón o pulsando sobre el propio mando en el alojamiento de contacto.

El espadín mecánico se encuentra oculto en el mando y solo se usa en caso de emergencia para acceder al vehículo.

Normalmente el precio de una Smart Key es al menos un 20% más alto que un mando normal. El motivo es la sofisticación de los equipos necesarios para programar este tipo de llaves.